Si algo provoca risa en este mundo es cuando los psiquiatras hablan de "terapia", no solo porque ignoran supinamente el origen de los trastornos, sino porque que ni siquiera saben cómo funciona la mente.
La Psiquiatría solo conoce la mente analítica o consciente, a la que achacan de ser la culpable de todas las aberraciones humanas, siendo que es justamente la única inocente.
El hombre tiene una segunda mente --llamada "reactiva" porque no razona antes de actuar-- que reacciona automáticamente ante un peligro, real o imaginario, y su función es salvar al organismo. Es, pues, un mecanismo de supervivencia que poseen todos los seres vivos, humanos, animales e incluso plantas.
Es ésta segunda mente la que provoca todas las aberraciones del hombre, pero no lo dilucidaremos aquí porque además de haberlo aclarado ya infinidad de veces, esto no es una lección de salud mental. Nuestro tema ahora es la asfixia autoerótica.
El juego sexual denominado asfixiofilia o asfixia autoerótica es una práctica que consiste en autoestrangularse gradual y controladamente, lo cual incrementa la excitación y el orgasmo. Obviamente también puede practicarse en pareja, donde uno de los participantes estrangula al otro.
Se trata de uno de los juegos sexuales más peligrosos porque, por un lado, produce una pérdida parcial de la conciencia y del oxígeno, que es lo que provoca e intensifica el placer sexual, y por el otro, pone a la persona, cuando lo practica en solitario, en el riesgo de que en el momento del orgasmo pueda carecer del control suficiente como para desatarse.
Si de algo me cuido en materia de sexo es de catalogar, a quienes practican juegos eróticos, de perversos o de desviados sexuales. Cada quien es libre de practicarlos a su gusto. Los riesgos son harina de otro costal.
Los juegos eróticos pueden clasificarse de inocuos o peligrosos, y dentro de estos extremos caben infinitas posibilidades.
Un juego erótico es inocuo cuando no provoca engramas, y un juego erótico es peligroso cuando provoca engramas. Así de simple. Desde ya que si un juego erótico desafía a la muerte deja de ser peligroso para pasar a la categoría de mortal.
Un engrama es similar a una orden hipnótica, y entra en la mente reactiva (no a la mente analítica) cuando la conciencia se reduce. Cuando más se reduce la conciencia y más dolor hay, más poderoso será el engrama.
Por esta razón el denominado "Bondage" es peligroso, en especial cuando hay dolor de por medio, no solo porque produce un "engrama de indefensión", que más tarde provocará, si dicho engrama se restimula, impredecibles trastornos, sino porque el dolor potencia el engrama. Más aún entonces si se trata de la asfixia erótica.
Ahora bien, una persona puede tener inclinación, llamémosle "natural", por el juego sexual de la asfixia erótica, pero resulta que a causa de un engrama este juego se le exacerba. En este caso la peligrosidad está dada por el poder del engrama, que es mayor si se ha implantado cuando existe demayo, porque la conciencia está reducida totalmente, como en una operación (por la anestesia) o en un accidente de tránsito (por el golpe).
Supongamos que una persona está dormida en la mesa de operaciones y los cirujanos conversan de diversos temas, y de pronto uno acota, creyendo que el paciente realmente está inconsciente: "El placer sexual se intensifica cuando te asfixias, te sugiero que lo pruebes".
Estas palabras quedan grabadas como engrama, es decir, como orden hipnótica, en la mente reactiva del paciente anestesiado y si más tarde se restimulan, por ejemplo porque la esposa tiene el mismo color del cabello de la enfermera, o quizás también su voz (restimuladores), esa persona puede sentirse inclinada poderosamente a practicar la asfixia erótica hasta el extremo.
En toda dramatización engrámica opera el azar, ya que cualquier palabra contenida en el engrama-orden hipnótica puede producir impredecibles consecuencias. Si una persona tiene como contenido verbal la orden de "hazlo ya", ¡vaya a saber lo que interpretará la mente reactiva, que es un mecanismo irracional, por "hazlo ya".
Para que se pueda comprender bien el funcionamiento del engrama basta compararlo con las órdenes hipnóticas. La diferencia entre un engrama y una orden hipnótica es que por lo general la persona se presta a que le implanten una sugestión y en cambio el engrama entra en la mente subrepticiamente. Además, una orden hipnótica no contiene dolor, que es lo que potencia el cumplimiento del engrama.
Obviamente, si una orden hipnótica contuviera dolor sería similar a un engrama. El poder que tienen las órdenes hipnóticas cuando se implantan por medio del dolor lo saben muy bien los servicios de inteligencia cuando programan asesinos. Lo hemos visto en muchas películas, de modo que no hay necesidad de profundizar en este tema.
Como el tema es muy extenso y lo hemos abordado muchas veces, brindamos al pie algunos textos para quienes quieran ahondar en esta cuestión, ya que es muy interesante. Se tornaría más interesante aún si los estudiaran los psiquiatras, que en materia de salud mental aún están con un atraso de más de medio siglo.
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LECTURAS RECOMENDADAS
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Mente reactiva automática
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/lamentereactivaautomatica.htm
David Carradine, ¿suicidio, asesinato o accidente?
http://www.grupoelron.org/sucesos/davidcarradinemuerte.htm
La asfixiofilia y la muerte de Nora Dalmasso
http://www.grupoelron.org/quees/asfixiofilia.htm
Nivel hipnótico de la anestesia
http://www.grupoelron.org/autoconocimientoysalud/anestesianivelhipnotico.htm
Juicio a la Psiquiatría
http://www.grupoelron.org/quienes/juicioapsiquiatria.htm
